Beato Carlos Manuel 13
Organización de la Semana santa y la dirección espiritual
Carlos Manuel prepara moniciones que reparte explicando el significado del cirio pascual, cuida participar decorosamente, por ejemplo con el ramo en alto en la procesión del Domingo de Ramos. Para seguir la liturgia –entonces en latín– consigue el texto en español.
La organización de la vigilia pascual constituye el corazón de las actividades del Beato. En 1950 el párroco de San Antonio en Río Piedras, acepta el ofrecimiento de Carlos Manuel para organizar la vigilia pascual. También participan los de Caguas siempre y cuando podrían participar de la procesión del encuentro. Al salir de la vigilia, iban a casa del Beato, donde obsequiaba un ágape en una mesa adornada según la solemnidad del día: cirio pascual, estampas, servilletas. Esa noche nadie durmió. Sentado al piano enseñó la canción «Cantad cristianos, cantad al Señor», en latín. El ágape terminaba a las 5:00 a.m. con la misa de la aurora.
Pensando en llegar a más personas organiza conferencias explicativas del triduo pascual. Carlos Manuel da conferencias a la Asociación de estudiantes católicos de medicina, fundado por el Dr. Francisco Aguiló.
En medio de todo el trabajo apostólico, Carlos Manuel, dispone de tiempo para todo el que lo busca. “Es un consejero reconocido. Trata con grandes y pequeños, personas humildes y educadas, hombres y mujeres...».
Entre otros hay que añadir a Raúl Díaz, seminarista, a quién regala un misal y le enseña a usarlo. La influencia del Beato fue decisiva para la vida de otros. Esta influencia se extiende en el aumento de vocaciones de la vida consagrada; los frutos en el CUC de Río Piedras fueron evidentes, así como en sus propios hermanos y otras personas.
Los retiros constituían una actividad del Círculo de estudios y liturgia. Guía, día a día, en un apostolado personal hacia un encuentro con Cristo a través de los retiros, por ejemplo con Lorraine Longchamps, para quien gestiona su primer retiro. El Beato hizo muchos años el retiro ignaciano en Casa Manresa (Aibonito). También hacía retiros con un grupo del CUC.Vemos por tanto que su vida espiritual era intensa.
(Tomado de la tesina de licenciatura de Yoni Palomino Bolívar, «Vivimos para esa noche”: Beato Carlos Manuel Rodríguez, Un apóstol contemporáneo de la liturgia)
Carlos Manuel prepara moniciones que reparte explicando el significado del cirio pascual, cuida participar decorosamente, por ejemplo con el ramo en alto en la procesión del Domingo de Ramos. Para seguir la liturgia –entonces en latín– consigue el texto en español.
La organización de la vigilia pascual constituye el corazón de las actividades del Beato. En 1950 el párroco de San Antonio en Río Piedras, acepta el ofrecimiento de Carlos Manuel para organizar la vigilia pascual. También participan los de Caguas siempre y cuando podrían participar de la procesión del encuentro. Al salir de la vigilia, iban a casa del Beato, donde obsequiaba un ágape en una mesa adornada según la solemnidad del día: cirio pascual, estampas, servilletas. Esa noche nadie durmió. Sentado al piano enseñó la canción «Cantad cristianos, cantad al Señor», en latín. El ágape terminaba a las 5:00 a.m. con la misa de la aurora.
Pensando en llegar a más personas organiza conferencias explicativas del triduo pascual. Carlos Manuel da conferencias a la Asociación de estudiantes católicos de medicina, fundado por el Dr. Francisco Aguiló.
En medio de todo el trabajo apostólico, Carlos Manuel, dispone de tiempo para todo el que lo busca. “Es un consejero reconocido. Trata con grandes y pequeños, personas humildes y educadas, hombres y mujeres...».
Entre otros hay que añadir a Raúl Díaz, seminarista, a quién regala un misal y le enseña a usarlo. La influencia del Beato fue decisiva para la vida de otros. Esta influencia se extiende en el aumento de vocaciones de la vida consagrada; los frutos en el CUC de Río Piedras fueron evidentes, así como en sus propios hermanos y otras personas.
Los retiros constituían una actividad del Círculo de estudios y liturgia. Guía, día a día, en un apostolado personal hacia un encuentro con Cristo a través de los retiros, por ejemplo con Lorraine Longchamps, para quien gestiona su primer retiro. El Beato hizo muchos años el retiro ignaciano en Casa Manresa (Aibonito). También hacía retiros con un grupo del CUC.Vemos por tanto que su vida espiritual era intensa.
(Tomado de la tesina de licenciatura de Yoni Palomino Bolívar, «Vivimos para esa noche”: Beato Carlos Manuel Rodríguez, Un apóstol contemporáneo de la liturgia)