XXIV DOMINGO DURANTE EL AÑO (CICLO C)
LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ
14 DE SEPTIEMBRE DE 2025
¡Adelante... con fe! |
Hoy celebramos la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz y el Evangelio, tomado de san Juan 3, 13-17, es ciertamente uno de los más famosos y también uno de los menos entendidos.
Dice el Señor: «Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él». En aquella época, la cruz era un instrumento de crueldad y castigo. Pero para los cristianos, es alegría y esperanza. Parece una contradicción. Me gusta recurrir a citas de santos, en este caso una candidata a santa, para aclarar mis pensamientos. Dice la Beata Conchita Cabrera de Armida:
Señor Jesús, nos regocijamos en la victoria de tu Cruz, ayúdanos a seguir tu camino de humildad y obediencia. Muéstranos lo que significa que, gracias a tu obediencia al Padre, fuiste resucitado para que nosotros conociéramos también la gloria de Tu resurrección. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. Te amo mucho Jesús, gracias por amarme a mí también. ¡Adelante con fe! Diácono Richie |
Lectura del libro de los Números 21, 4b-9
“Miraban la serpiente de bronce y quedaban curados”
En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés:
– «¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo.»
El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas.
Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo:
– «Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes.»
Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió:
– «Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla.»
Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado.
“Miraban la serpiente de bronce y quedaban curados”
En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés:
– «¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo.»
El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas.
Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo:
– «Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes.»
Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió:
– «Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla.»
Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado.
Salmo 77, 1-2. 34-35. 36-37. 38
R/. No olvidéis las acciones del Señor.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza, inclina el oído a las palabras de mi boca: que voy a abrir mi boca a las sentencias, para que broten los enigmas del pasado. R/.
Cuando los hacía morir, lo buscaban, y madrugaban para volverse hacia Dios; se acordaban de que Dios era su roca, el Dios Altísimo su redentor. R/.
Lo adulaban con sus bocas, pero sus lenguas mentían: su corazón no era sincero con él, ni eran fieles a su alianza. R/.
Él, en cambio, sentía lástima, perdonaba la culpa y no los destruía: una y otra vez reprimió su cólera, y no despertaba todo su furor. R/.
R/. No olvidéis las acciones del Señor.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza, inclina el oído a las palabras de mi boca: que voy a abrir mi boca a las sentencias, para que broten los enigmas del pasado. R/.
Cuando los hacía morir, lo buscaban, y madrugaban para volverse hacia Dios; se acordaban de que Dios era su roca, el Dios Altísimo su redentor. R/.
Lo adulaban con sus bocas, pero sus lenguas mentían: su corazón no era sincero con él, ni eran fieles a su alianza. R/.
Él, en cambio, sentía lástima, perdonaba la culpa y no los destruía: una y otra vez reprimió su cólera, y no despertaba todo su furor. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2, 6-11
“Se rebajó, por eso Dios lo levantó sobre todo”
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
“Se rebajó, por eso Dios lo levantó sobre todo”
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos,
porque con tu cruz has redimido el mundo.
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 13-17
“Tiene que ser elevado el Hijo del hombre”
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
– «Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna.
Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.»
porque con tu cruz has redimido el mundo.
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 13-17
“Tiene que ser elevado el Hijo del hombre”
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
– «Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna.
Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.»