Beato Carlos Manuel 12
Días de vida cristiana y El coro “Te Deum laudamus”
Estos días, que comenzaron en 1951 o 1952, los organizaba el mismo Charlie. Participaban hombres y mujeres, jóvenes y adultos. En ellos testimoniaban la alegría de ser cristianos. Las actividades eran divididas armoniosamente incluyendo momentos de exposición de temas, eucaristía, oración litúrgica, comida en común, práctica de cantos y momentos de recreación.
Los temas daban unidad al día y los desarrollaba con formalidad. Estos temas eran de acuerdo al tiempo litúrgico. Eran verdaderas catequesis que abarcaban la historia de la fiesta, el misterio principal que se celebra, la preparación, participación sacramental y extrasacramental, y apostolado; temas de vocación cristiana, santificación del domingo, los sacramentos, el secularismo. La oración litúrgica consistía en las laudes, tercia, sexta, nona y vísperas. A la hora de la comida en común se sentaban en círculo y compartían la merienda que cada uno llevaba para sí mismo y para dar a otro. El Beato daba abundante información escrita y referencias para profundizar. Él mismo dirige el canto con las copias que hacía y costeaba.
El lugar del evento varía y se realizaba generalmente a las afueras de Rio Piedras. Los que participaron recuerdan como momentos de escucha sin cansancio; disfrutaban y aprendían, experimentaban la presencia de Dios en momentos de gozo espiritual, y se les quedaron grabados en sus vidas los tiempos litúrgicos.
Además de eso, nuestro Beato, en su parroquia de Caguas, organizó y dirigió el coro “Te Deum laudamus”. Los domingos cantan todas la misas. Aparte del coro oficial formó otro para las misas de aguinaldo.
(Tomado de la tesina de licenciatura de Yoni Palomino Bolívar, «Vivimos para esa noche”: Beato Carlos Manuel Rodríguez, Un apóstol contemporáneo de la liturgia)
Estos días, que comenzaron en 1951 o 1952, los organizaba el mismo Charlie. Participaban hombres y mujeres, jóvenes y adultos. En ellos testimoniaban la alegría de ser cristianos. Las actividades eran divididas armoniosamente incluyendo momentos de exposición de temas, eucaristía, oración litúrgica, comida en común, práctica de cantos y momentos de recreación.
Los temas daban unidad al día y los desarrollaba con formalidad. Estos temas eran de acuerdo al tiempo litúrgico. Eran verdaderas catequesis que abarcaban la historia de la fiesta, el misterio principal que se celebra, la preparación, participación sacramental y extrasacramental, y apostolado; temas de vocación cristiana, santificación del domingo, los sacramentos, el secularismo. La oración litúrgica consistía en las laudes, tercia, sexta, nona y vísperas. A la hora de la comida en común se sentaban en círculo y compartían la merienda que cada uno llevaba para sí mismo y para dar a otro. El Beato daba abundante información escrita y referencias para profundizar. Él mismo dirige el canto con las copias que hacía y costeaba.
El lugar del evento varía y se realizaba generalmente a las afueras de Rio Piedras. Los que participaron recuerdan como momentos de escucha sin cansancio; disfrutaban y aprendían, experimentaban la presencia de Dios en momentos de gozo espiritual, y se les quedaron grabados en sus vidas los tiempos litúrgicos.
Además de eso, nuestro Beato, en su parroquia de Caguas, organizó y dirigió el coro “Te Deum laudamus”. Los domingos cantan todas la misas. Aparte del coro oficial formó otro para las misas de aguinaldo.
(Tomado de la tesina de licenciatura de Yoni Palomino Bolívar, «Vivimos para esa noche”: Beato Carlos Manuel Rodríguez, Un apóstol contemporáneo de la liturgia)