Beato Carlos Manuel 11
Boletín de liturgia y de cultura cristiana y liturgia de las horas
Carlos Manuel editó boletines de liturgia de 1959 a 1963. Presentaba temas sobre la pascua, la semana santa, la participación activa, los tiempos litúrgicos, etc. Casi en su totalidad eran escritos de diversos autores de gran calibre como Shüster, Merton, Guèranger y otros.
También editó boletines de cultura cristiana entre 1959 y 1961. Tocaba temas sobre ciencia, técnica, la cultura, educación, relación Iglesia y Estado, el arte moderno, civilización, humanismo, etc. En su totalidad era la difusión de escritos selectos de autores como Whilhelmsen, Maritain, Novak, Chesterton y otros.
Siendo bajito y débil, impresionaba verlo con resmas de papel, una en cada brazo, a pie, desde la calle Mariana Bracetti hasta la plaza de Río Piedras. Allí tomaba el carro público para Caguas.
Carlos Manuel promovió el rezo de las Horas con su ejemplo y su palabra entre los universitarios. Sabiendo que la Santa Sede había concedido la posibilidad de rezarla en español, en 1956 escribió una carta a los padres benedictinos de Cuernavaca sobre la adaptación musical al texto español de los oficios de laudes y vísperas de los domingos y fiestas principales, así como las completas del domingo y maitines de varias fiestas.
Aprovechó diferentes espacios para hacer descubrir y celebrar la liturgia de las horas, por ejemplo en los Días de vida cristiana, con los miembros del coro en la parroquia de Caguas con la debida autorización del párroco. El mismo Carlos Manuel vive la liturgia de las horas, incluso en las excursiones, cuando paseaban por la Isla; a su tiempo, fortalecía el espíritu con el rezo de las Horas.
(Tomado de la tesina de licenciatura de Yoni Palomino Bolívar, «Vivimos para esa noche”: Beato Carlos Manuel Rodríguez, Un apóstol contemporáneo de la liturgia)
Carlos Manuel editó boletines de liturgia de 1959 a 1963. Presentaba temas sobre la pascua, la semana santa, la participación activa, los tiempos litúrgicos, etc. Casi en su totalidad eran escritos de diversos autores de gran calibre como Shüster, Merton, Guèranger y otros.
También editó boletines de cultura cristiana entre 1959 y 1961. Tocaba temas sobre ciencia, técnica, la cultura, educación, relación Iglesia y Estado, el arte moderno, civilización, humanismo, etc. En su totalidad era la difusión de escritos selectos de autores como Whilhelmsen, Maritain, Novak, Chesterton y otros.
Siendo bajito y débil, impresionaba verlo con resmas de papel, una en cada brazo, a pie, desde la calle Mariana Bracetti hasta la plaza de Río Piedras. Allí tomaba el carro público para Caguas.
Carlos Manuel promovió el rezo de las Horas con su ejemplo y su palabra entre los universitarios. Sabiendo que la Santa Sede había concedido la posibilidad de rezarla en español, en 1956 escribió una carta a los padres benedictinos de Cuernavaca sobre la adaptación musical al texto español de los oficios de laudes y vísperas de los domingos y fiestas principales, así como las completas del domingo y maitines de varias fiestas.
Aprovechó diferentes espacios para hacer descubrir y celebrar la liturgia de las horas, por ejemplo en los Días de vida cristiana, con los miembros del coro en la parroquia de Caguas con la debida autorización del párroco. El mismo Carlos Manuel vive la liturgia de las horas, incluso en las excursiones, cuando paseaban por la Isla; a su tiempo, fortalecía el espíritu con el rezo de las Horas.
(Tomado de la tesina de licenciatura de Yoni Palomino Bolívar, «Vivimos para esa noche”: Beato Carlos Manuel Rodríguez, Un apóstol contemporáneo de la liturgia)