Parroquia María Madre de la Misericordia / Puerta de la Misericordia
- ¿Qué es un año santo?
- El Año Santo es un tiempo en el que la Iglesia, por la potestad que Jesús le concedió al Apóstol Pedro (cf.Mt 16,18-19), concede singulares gracias espirituales a los fieles. La plenitud de las gracias y libertad nos llega con Jesús, que afirmó que vino a anunciar un año de gracia del Señor (cf.Lc 4,16).
- ¿Qué es la puerta de la misericordia?
- Es un antiguo símbolo de Cristo que dijo: “Yo soy la puerta. El que por mí entre, será salvo…” (Jn 10,9-10)
- Cruzar el umbral simboliza: el paso del pecado a la gracia y de la esclavitud a la libertad. También al salir por la puerta salimos al mundo al encuentro de los hermanos para vivir con ellos la misericordia y testimoniar la salvación en Cristo.
- Las Puertas Santas serán Puertas de Misericordia a través de las cuales cualquiera que entre experimentará el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza (cf. MV 3).
- ¿Qué significa una indulgencia plenaria?
- Lo esencial del jubileo es pedir perdón a Dios y perdonar a los demás. La indulgencia que se gana al cruzar la puerta santa purifica las penas o huellas que dejan en el alma los pecados ya perdonados en la confesión (cf. Catecismo de la Iglesia Católica 1471; MV 22).
- ¿Cuáles son las condiciones para ganar la indulgencia plenaria en este año de la misericordia?
- Estar dispuesto con espíritu de conversión
- Confesarse
- Comulgar
- Rezar el Credo y alguna una oración por el Papa y sus intenciones.
- Hacer una peregrinación pasando por una puerta santa o realizar personalmente una o más obras de misericordia corporales o espirituales.
- Los enfermos y ancianos que no pueden salir de casa, pueden ganar la indulgencia jubilar viviendo la enfermedad y el sufrimiento como experiencia de cercanía al Señor con fe y gozosa esperanza, recibiendo la comunión o participando en la Santa Misa y en la oración comunitaria, también a través de los medios de comunicación.
- Los presos podrán ganar la indulgencia en las capillas de las cárceles o cada vez que atraviesen la puerta de su celda, dirigiendo su pensamiento y la oración al Padre y, en la medida de lo posible, participarán en la Misa, recibirán la Comunión eucarística, se confesarán y orarán por las intenciones del Santo Padre y rezarán el Credo.
- Puede ganarse la indulgencia para sí mismo o los difuntos orando por ellos.