La Biblia en la vida cristiana
El Papa Francisco afirmó el 19 de jun de 2015 que uno no puede anunciar la Palabra de Dios si antes no la ha vivido. “Para poder anunciar la palabra de verdad, hemos tenido que hacer nosotros mismos la experiencia de la Palabra: haberla escuchado, contemplado, casi tocado con nuestras manos”.
El Santo Padre habló de la necesidad de anunciar esta Palabra y de ayudar a que la gente se encuentre con Cristo. ¿Cómo hacerlo? Tomando la Palabra y venerándola, leyéndola, escuchándola, anunciándola, predicándola, estudiándola y difundiéndola. Por eso invitó a que exista “una preocupación real por el encuentro personal con Cristo que se comunica con nosotros en su Palabra”.
El Papa aprovechó la ocasión para dar algunas indicaciones sobre cómo los cristianos pueden acercarse a la Palabra.
“La Iglesia, que proclama la Palabra cada día, recibiendo de ella su alimento e inspiración, se hace beneficiaria y testigo excelente de la eficacia y la potencia inherentes a la misma Palabra de Dios”.
“No somos nosotros, ni nuestros esfuerzos, sino el Espíritu Santo, que actúa a través de los que se dedican a la pastoral y hace lo mismo en los que les escuchan, predisponiendo unos y otros a la escucha de la Palabra anunciada y a la acogida del mensaje de vida”.
“La falta del apoyo y de la fuerza de la Palabra lleva a un debilitamiento de las comunidades cristianas de antigua tradición y dificulta el crecimiento espiritual y el fervor misionero de las Iglesias jóvenes”, explicó Francisco.
Por lo tanto, “sigue siendo válida la invitación a un fuerte esfuerzo pastoral para que emerja el lugar central de la Palabra de Dios en la vida de la Iglesia, favoreciendo la animación bíblica de toda la pastoral”.
“Debemos asegurarnos de que en las actividades habituales de todas las comunidades cristianas, en las parroquias, en las asociaciones y en los movimientos, haya una preocupación real por el encuentro personal con Cristo que se comunica con nosotros en su Palabra, porque, como enseña San Jerónimo, ‘el desconocimiento de las Escrituras es desconocimiento de Cristo’” (cf. ACI/EWTN Noticias).
El Santo Padre habló de la necesidad de anunciar esta Palabra y de ayudar a que la gente se encuentre con Cristo. ¿Cómo hacerlo? Tomando la Palabra y venerándola, leyéndola, escuchándola, anunciándola, predicándola, estudiándola y difundiéndola. Por eso invitó a que exista “una preocupación real por el encuentro personal con Cristo que se comunica con nosotros en su Palabra”.
El Papa aprovechó la ocasión para dar algunas indicaciones sobre cómo los cristianos pueden acercarse a la Palabra.
“La Iglesia, que proclama la Palabra cada día, recibiendo de ella su alimento e inspiración, se hace beneficiaria y testigo excelente de la eficacia y la potencia inherentes a la misma Palabra de Dios”.
“No somos nosotros, ni nuestros esfuerzos, sino el Espíritu Santo, que actúa a través de los que se dedican a la pastoral y hace lo mismo en los que les escuchan, predisponiendo unos y otros a la escucha de la Palabra anunciada y a la acogida del mensaje de vida”.
“La falta del apoyo y de la fuerza de la Palabra lleva a un debilitamiento de las comunidades cristianas de antigua tradición y dificulta el crecimiento espiritual y el fervor misionero de las Iglesias jóvenes”, explicó Francisco.
Por lo tanto, “sigue siendo válida la invitación a un fuerte esfuerzo pastoral para que emerja el lugar central de la Palabra de Dios en la vida de la Iglesia, favoreciendo la animación bíblica de toda la pastoral”.
“Debemos asegurarnos de que en las actividades habituales de todas las comunidades cristianas, en las parroquias, en las asociaciones y en los movimientos, haya una preocupación real por el encuentro personal con Cristo que se comunica con nosotros en su Palabra, porque, como enseña San Jerónimo, ‘el desconocimiento de las Escrituras es desconocimiento de Cristo’” (cf. ACI/EWTN Noticias).