Jornada Mundial de la Paz 2018
“Migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz”, es el lema del Mensaje del Papa Francisco para la 51º Jornada Mundial de la Paz que celebraremos hoy, 1ro de enero y solemnidad de Santa María Madre de Dios.
En su mensaje el Papa solicita una actitud de acogida, comprensión y generosidad con los migrantes y refugiados que abandonan su patria huyendo de las guerras y la miseria y en busca de una vida digna, «un lugar donde vivir en paz». El Papa Francisco critica a quienes fomentan el miedo hacia los inmigrantes, a veces con fines políticos, pues crean solo racismo y violencia, y pide que se les mire como miembros de una misma familia humana.
Puede leer el Mensaje completo accediendo la página de la Santa Sede (www.vatican.va).
“Y vio Dios que era bueno.”
En uno de los relatos de la creación del Génesis podemos leer esa frase varias veces. El tiempo es parte de esa creación, pues responde al alternarse del día y la noche, el sol y la luna. Así que, en principio el tiempo: los minutos, horas, días, meses y años son buenos. Tienen una bondad creatural, pues sirven a una alternancia que hace bien a los demás miembros de la creación; nos ayuda a marcar el tiempo de trabajo o descanso, siembras o cosechas, etc.
Luego, hay otros elementos que nos permiten calificarlos de bueno o malo según el provecho que saquemos del tiempo o lo que hagamos durante el mismo, nos vaya bien o mal, etc.
Comenzamos un año nuevo. Dios nos da un papel en blanco, limpio, bueno. Nos toca a nosotros decidir qué vamos a escribir y que pueda ser bueno o no. Cierto, que hay acontecimientos en esas líneas del 2018 que no están en nuestras manos, así como en las líneas de los años pasados, pero aun así, el Dios de la historia está con nosotros y nos permitirá hacer posible, que aún los tachones puedan ser seguidos por líneas de una prosa o poesía más bella que al menos compense los borrones.
Confiemos en su Providencia.
¡Bendecido 2018 para todos!
P.Leo
Veni Creator (para el 1ro enero)
Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fieles
llena con tu divina gracia,
los corazones que creaste.
Tú, a quien llamamos Paráclito,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego,
caridad y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, dedo de la diestra del Padre;
Tú, fiel promesa del Padre;
que inspiras nuestras palabras.
Ilumina nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.
Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé nuestro director y nuestro guía,
para que evitemos todo mal.
Por ti conozcamos al Padre,
al Hijo revélanos también;
Creamos en ti, su Espíritu,
por los siglos de los siglos.
Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos. Amén.
En su mensaje el Papa solicita una actitud de acogida, comprensión y generosidad con los migrantes y refugiados que abandonan su patria huyendo de las guerras y la miseria y en busca de una vida digna, «un lugar donde vivir en paz». El Papa Francisco critica a quienes fomentan el miedo hacia los inmigrantes, a veces con fines políticos, pues crean solo racismo y violencia, y pide que se les mire como miembros de una misma familia humana.
Puede leer el Mensaje completo accediendo la página de la Santa Sede (www.vatican.va).
“Y vio Dios que era bueno.”
En uno de los relatos de la creación del Génesis podemos leer esa frase varias veces. El tiempo es parte de esa creación, pues responde al alternarse del día y la noche, el sol y la luna. Así que, en principio el tiempo: los minutos, horas, días, meses y años son buenos. Tienen una bondad creatural, pues sirven a una alternancia que hace bien a los demás miembros de la creación; nos ayuda a marcar el tiempo de trabajo o descanso, siembras o cosechas, etc.
Luego, hay otros elementos que nos permiten calificarlos de bueno o malo según el provecho que saquemos del tiempo o lo que hagamos durante el mismo, nos vaya bien o mal, etc.
Comenzamos un año nuevo. Dios nos da un papel en blanco, limpio, bueno. Nos toca a nosotros decidir qué vamos a escribir y que pueda ser bueno o no. Cierto, que hay acontecimientos en esas líneas del 2018 que no están en nuestras manos, así como en las líneas de los años pasados, pero aun así, el Dios de la historia está con nosotros y nos permitirá hacer posible, que aún los tachones puedan ser seguidos por líneas de una prosa o poesía más bella que al menos compense los borrones.
Confiemos en su Providencia.
¡Bendecido 2018 para todos!
P.Leo
Veni Creator (para el 1ro enero)
Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fieles
llena con tu divina gracia,
los corazones que creaste.
Tú, a quien llamamos Paráclito,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego,
caridad y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, dedo de la diestra del Padre;
Tú, fiel promesa del Padre;
que inspiras nuestras palabras.
Ilumina nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.
Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé nuestro director y nuestro guía,
para que evitemos todo mal.
Por ti conozcamos al Padre,
al Hijo revélanos también;
Creamos en ti, su Espíritu,
por los siglos de los siglos.
Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos. Amén.