«¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?
Porque hemos... venimos a adorarlo.»
La pregunta que hacen los misteriosos Magos que llegan a Jerusalén buscando al Niño Jesús nos sirve para orientar nuestra vida. Un elemento fundamental de la vida cristiana es la adoración. Ésta se ve amenazada por otros resplandores o la oscuridad, como le pasó a los Magos que de momento perdieron la estrella que les guiaba a Jesús. Al comenzar un nuevo año viene bien reenfocarnos pues tal vez el 2017 nos jamaqueó de tal manera que algo pudo quedar fuera de sitio.
Si nuestra vida no está enfocada en Jesús todo lo demás se saldrá de sitio. Los Magos nos enseñan que podemos perder el camino, que alguno puede querer aprovecharse de nuestra buena voluntad, etc. Aprovechemos el inicio del año para convencernos una vez más de que debemos buscar a nuestro Rey para adorarlo. Adorarlo cuando oramos y nos postramos ante su presencia, sobre todo en la Eucaristía, pero también adorarlo siguiendo haciendo el bien en nuestro esfuerzo para levantar a Puerto Rico, que no será bien levantado si no se reenfoca en Jesús.
¡Feliz Epifanía!
P.Leo