Devoción de los 5 primeros sábados
En su tercera aparición en Fátima el 13 de julio de 1917, la Santísima Virgen anunciaba que vendría una vez más a pedir la Comunión Reparadora de los Primeros Sábados.
Años más tarde, cuando Lucía ya se encontraba en la Casa de las Religiosas Doroteas, en Pontevedra (España), Nuestra Señora la visitaba nuevamente y también a su lado, sobre una nube luminosa, estaba el Niño Jesús:
“Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tu, al menos, procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación.”
¿Por qué 5 sábados?
Después de que Lucía pasara unos momentos en oración, Nuestro Señor le revelaba la causa de ser 5 los sábados de reparación:
“Hija mía, la razón es sencilla: se trata de 5 clases de ofensas y blasfemias proferidas contra el Inmaculado Corazón de María:
1–Blasfemias contra su Inmaculada Concepción;
2–Contra su virginidad;
3–Contra su Maternidad Divina, rehusando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres;
4–Contra los que procuran públicamente infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada;
5–Contra los que la ultrajan directamente en sus sagradas imágenes.
He aquí hija mía, porque ante este Inmaculado Corazón ultrajado, se movió mi misericordia a pedir esta pequeña reparación, y, en atención a Ella, a conceder el perdón a las almas que tuvieran la desgracia de ofender a mi Madre. En cuanto a ti procura incesantemente con tus oraciones y sacrificios moverme a misericordia para con esas almas.”
(Fuente: es.catholic.net y corazones.org)
PARA EL 30 DE JULIO: Una guía para realizar los primeros cinco sábados
http://www.cmri.org/span-05-5firstsats.html
Años más tarde, cuando Lucía ya se encontraba en la Casa de las Religiosas Doroteas, en Pontevedra (España), Nuestra Señora la visitaba nuevamente y también a su lado, sobre una nube luminosa, estaba el Niño Jesús:
“Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tu, al menos, procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación.”
¿Por qué 5 sábados?
Después de que Lucía pasara unos momentos en oración, Nuestro Señor le revelaba la causa de ser 5 los sábados de reparación:
“Hija mía, la razón es sencilla: se trata de 5 clases de ofensas y blasfemias proferidas contra el Inmaculado Corazón de María:
1–Blasfemias contra su Inmaculada Concepción;
2–Contra su virginidad;
3–Contra su Maternidad Divina, rehusando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres;
4–Contra los que procuran públicamente infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada;
5–Contra los que la ultrajan directamente en sus sagradas imágenes.
He aquí hija mía, porque ante este Inmaculado Corazón ultrajado, se movió mi misericordia a pedir esta pequeña reparación, y, en atención a Ella, a conceder el perdón a las almas que tuvieran la desgracia de ofender a mi Madre. En cuanto a ti procura incesantemente con tus oraciones y sacrificios moverme a misericordia para con esas almas.”
(Fuente: es.catholic.net y corazones.org)
PARA EL 30 DE JULIO: Una guía para realizar los primeros cinco sábados
http://www.cmri.org/span-05-5firstsats.html
Una guía para realizar los primeros cinco sábados
La devoción de los primeros sábados, tal como la pidió nuestra Señora de Fátima, ofrece una certeza sobre la salvación. Para sacar ganancia de tan grande promesa debe entenderse bien la devoción y llevarse a cabo debidamente. Los requisitos, según los estipuló nuestra Señora, son: confesión, comunión, cinco décadas del rosario, meditación sobre uno o más de los misterios del rosario por un cuarto de hora, hacer estas cosas en el espíritu de reparación al Inmaculado Corazón de María y observar estas prácticas el primer sábado de cinco meses consecutivos. Obviamente quien hace esto bien, lucha por mantenerse en gracia y en camino de conversión toda su vida, no sólo 5 sábados al mes. Por eso se dice que tiene una cierta seguridad de salvación.
Confesión: Una confesión reparadora significa que la confesión no solo debe ser buena (válida y lícita), sino que debe también ofrecerse en el espíritu de reparación, en este caso, al Corazón Inmaculado de María. No hay necesidad de informar al propio confesor, pero la intención de ofrecerla en reparación debe hacerse antes de recibir la absolución, esto puede ser en camino a confesión o incluso unos días antes al decidirse hacerla.
Comunión: La Comunión de reparación debe ser sacramental (la comunión espiritual no satisface esta condición), debidamente recibida y con la intención de hacer la reparación. Esta ofrenda, como la confesión, es un acto interior y, por tanto, no se necesita ninguna acción externa para expresar la intención. La Comunión debe hacerse dentro de las 24 horas del primer sábado. Por causas justas, aprobadas por un sacerdote, la persona puede recibir la Comunión el siguiente día, el domingo después del primer sábado.
El rosario: El rosario aquí mencionado fue indicado con la palabra portuguesa terzo, que se emplea para denotar un rosario de cinco décadas, o sea, un tercio del rosario de quince décadas (los Misterios Luminosos se añadieron más tarde). Es costumbre meditar los sábados sobre los misterios gloriosos, pero nada impide que se medite sobre los misterios gozosos, dolorosos o luminosos. Lo importante es rezar bien el rosario, haciendo lo mejor para estar atento y para meditar sobre cada misterio durante cada década. Como en los otros casos, debe tenerse la intención de ofrecer el rosario en reparación al Inmaculado Corazón.
Meditación por un cuarto de hora: Aquí la meditación sobre uno o más misterios debe hacerse sin el rezo simultáneo de las décadas del rosario. La meditación puede ser sobre un solo misterio por 15 minutos, o dividiendo el tiempo entre varios misterios. Esta meditación debe asimismo hacerse en el espíritu de reparación al Inmaculado Corazón de María. La meditación, según la petición de nuestra Señora, nos ayudará a concentrarnos en cada una de las escenas del Evangelio y a recordar las lecciones que contienen.
El espíritu de reparación: Todo esto, como ya dijimos, debe hacerse con la intención de ofrecer reparación al Inmaculado Corazón de María por las ofensas cometidas contra él. Todo el que ofende a María, comete, por así decir, una doble ofensa, pues estos pecados también ofenden a su divino Hijo Jesucristo. Esta devoción, por tanto, nos hace considerar no solo la enormidad de la ofensa contra Dios, sino también el efecto de los pecados sobre la sociedad, así como la necesidad de deshacer estos efectos. Además subraya nuestra responsabilidad para con los pecadores que no quieran rezar ni hacer reparación por sus pecados.
Cinco primeros sábados consecutivos: La idea de cinco primeros sábados es para que perseveremos en los actos devocionales y para superar las dificultades iniciales. Una vez hecho esto, nuestra Señora sabe que la persona se volverá devota a su Inmaculado Corazón y persistirá en la práctica de dicha devoción todos los primeros sábados, trabajando así para la salvación de los demás.
Cf. página web de la Congregación María Reina Inmaculada (www.cmri.org).
Confesión: Una confesión reparadora significa que la confesión no solo debe ser buena (válida y lícita), sino que debe también ofrecerse en el espíritu de reparación, en este caso, al Corazón Inmaculado de María. No hay necesidad de informar al propio confesor, pero la intención de ofrecerla en reparación debe hacerse antes de recibir la absolución, esto puede ser en camino a confesión o incluso unos días antes al decidirse hacerla.
Comunión: La Comunión de reparación debe ser sacramental (la comunión espiritual no satisface esta condición), debidamente recibida y con la intención de hacer la reparación. Esta ofrenda, como la confesión, es un acto interior y, por tanto, no se necesita ninguna acción externa para expresar la intención. La Comunión debe hacerse dentro de las 24 horas del primer sábado. Por causas justas, aprobadas por un sacerdote, la persona puede recibir la Comunión el siguiente día, el domingo después del primer sábado.
El rosario: El rosario aquí mencionado fue indicado con la palabra portuguesa terzo, que se emplea para denotar un rosario de cinco décadas, o sea, un tercio del rosario de quince décadas (los Misterios Luminosos se añadieron más tarde). Es costumbre meditar los sábados sobre los misterios gloriosos, pero nada impide que se medite sobre los misterios gozosos, dolorosos o luminosos. Lo importante es rezar bien el rosario, haciendo lo mejor para estar atento y para meditar sobre cada misterio durante cada década. Como en los otros casos, debe tenerse la intención de ofrecer el rosario en reparación al Inmaculado Corazón.
Meditación por un cuarto de hora: Aquí la meditación sobre uno o más misterios debe hacerse sin el rezo simultáneo de las décadas del rosario. La meditación puede ser sobre un solo misterio por 15 minutos, o dividiendo el tiempo entre varios misterios. Esta meditación debe asimismo hacerse en el espíritu de reparación al Inmaculado Corazón de María. La meditación, según la petición de nuestra Señora, nos ayudará a concentrarnos en cada una de las escenas del Evangelio y a recordar las lecciones que contienen.
El espíritu de reparación: Todo esto, como ya dijimos, debe hacerse con la intención de ofrecer reparación al Inmaculado Corazón de María por las ofensas cometidas contra él. Todo el que ofende a María, comete, por así decir, una doble ofensa, pues estos pecados también ofenden a su divino Hijo Jesucristo. Esta devoción, por tanto, nos hace considerar no solo la enormidad de la ofensa contra Dios, sino también el efecto de los pecados sobre la sociedad, así como la necesidad de deshacer estos efectos. Además subraya nuestra responsabilidad para con los pecadores que no quieran rezar ni hacer reparación por sus pecados.
Cinco primeros sábados consecutivos: La idea de cinco primeros sábados es para que perseveremos en los actos devocionales y para superar las dificultades iniciales. Una vez hecho esto, nuestra Señora sabe que la persona se volverá devota a su Inmaculado Corazón y persistirá en la práctica de dicha devoción todos los primeros sábados, trabajando así para la salvación de los demás.
Cf. página web de la Congregación María Reina Inmaculada (www.cmri.org).